Ya en los locos veinte subir a la torre era una de las actividades preferidas de los turistas que visitaban Rothenburg ob der Tauber. ¿De qué torre estamos hablando? De la Torre del Ayuntamiento o, como se dice en alemán, Rathausturm.

El ayuntamiento es el edificio central del casco antiguo, por lo tanto, subir a su torre es una de las pocas posibilidades que se tienen de ver la ciudad desde un punto nuclear y casi a vista de pájaro, a una altura de alrededor de los sesenta metros.

Cuando la ciudad contaba con apenas unas centurias, a mediados del siglo XIII, se iba haciendo cada vez más evidente: Rothenburg necesitaba una casa para que se reúna el concejo –sí, eso es precisamente lo que se esconde tras la palabra alemana para ayuntamiento, alcaldía, municipalidad: Rathaus, la casa del concejo– entonces se comenzó con la construcción de un edificio de piedra en estilo gótico, y, por supuesto, coronado con una torre: nada más importante que disponer de un lugar alto, en un punto estratégico, para vigilar y avistar con tiempo posibles ataques.

Hoy ya no es necesario que un centinela esté en lo alto de la torre velando por la seguridad de la ciudad, pero la torre sigue estando ocupada: tras unos 220 escalones, en una cabina en la plataforma, espera a los visitantes una rothenburguesa para darles la bienvenida.

Vista desde la torre del ayuntamiento
Vista desde la torre del ayuntamiento hacia la Fuente de San Jorge

Aunque el mayor premio es, sin duda, llegar al punto más alto y disfrutar la vista increíble del casco antiguo, no hay que olvidarse de disfrutar también el camino hacia arriba, ya que al dar los primeros pasos dentro del ayuntamiento y subir los primeros escalones, tendrá la oportunidad de ir transitando por una escalera renacentista, y podrá descubrir grabados en la piedra los símbolos auténticos de los picapedreros que trabajaron en la construcción del edificio. En las canteras, labrando la piedra para darles forma a los escalones y demás elementos arquitectónicos, los picapedreros identificaban y cuantificaban su trabajo con sus marcas individualizadas sobre la piedra: casi algo así como un sello personal. Al ir avanzando, podrá comparar esos símbolos con los grafitis más actuales de los visitantes de todo el mundo que día a día suben hacia la torre del ayuntamiento.

La entrada se paga al llegar a la plataforma en lo alto de la torre del ayuntamiento. Son 2,50 euros por persona. Los horarios de apertura son de abril a octubre todos los días entre 9:30-12:30 y entre 13-17 horas. Durante el Mercado de Navidad entre 10:30-14:00 y entre 14:30-18:00 horas, pero sábados y domingo se extiende el horario una hora más, hasta las 19 horas. En el mes de noviembre y entre enero y marzo sólo los fines de semana de 12:00 a 15:00 horas.*

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