¿Visitar Rothenburg ob der Tauber en otoño? ¡Una idea genial! El otoño está lleno de color, color natural: de los árboles tiñéndose de ocres, de las flores que adornan los jardines o los alféizares de las ventanas, las enredaderas que trepan los muros. Es por eso que la ciudad tiene un encanto especial en esta época del año.
A caballo entre fines del verano y comienzos del otoño, uno de esos encantos es la vendimia en la riviera del valle del Tauber. Los viñedos de Rothenburg van mudando de color y llega la hora de recoger las uvas. En el sendero del vino, que transcurre a través de la riviera, pueden observarse unas 160 cepas diferentes. El viñedo fue recuperado en 1999 por la familia Thürauf, que es propietaria de un hotel y restaurante a metros del sitio más emblemático del casco antiguo, Plönlein. Allí mismo, los Thürauf venden sus propios caldos.
El otoño brinda a los visitantes que llegan a la ciudad la oportunidad de beber una buena copa y disfrutar momentos otoñales multicolores.
